Generación Z: emancipación y relación con el dinero

En el post del blog  ‘5 demandas de la Gen Z al sector de la banca’ adelantamos que el rango mayor de la Generación Z comenzamos (muy poco a poco) a ser solventes económicamente. ‘Independizarse’ es un concepto que, cada vez, tenemos más presente.

En algunos casos, nuestros estudios funcionan como “aceleradores” para la emancipación. Moverse a otra ciudad distinta a tu residencia familiar para ir a la universidad, u otros estudios, es hoy día de lo más común. En la mayoría de los casos este modelo de independencia se basa en convivir con amigos u otras personas con las que compartir gastos. 

Pero… Lo deseado en muchos casos es que, tras finalizar los estudios e introducirse en el mercado laboral, los Z pudiéramos acceder a una independencia individual. Esto solo es un escenario imaginario, la realidad nos dice lo contrario. La dificultad de tener un contrato fijo y la precariedad en los sueldos, fuerzan a que la independencia siga siendo entre varias personas que puedan repartir costes.

A fecha de la realización de este post, el diario 20 minutos publica: “La precariedad lleva a los jóvenes españoles a emanciparse tres años más tarde que la media europea”. Apuntan, además, que el precio de los alquileres suben ocho veces más que los salarios de los jóvenes. Situación que llevamos viviendo desde la crisis de 2008.

¿Cuál es la relación de este segmento de la Generación Z con el dinero? Veámoslo con datos. 

En septiembre de 2022 llevamos a cabo un sondeo entre nuestra Crew, preguntándoles cuestiones relacionadas con el dinero, la emancipación y el momento vital y socio-económico por el que atravesamos.

De entre los 119 votos totales recogidos en nuestra CREW (18-26 años fundamentalmente), observamos que más de un 80% de ellos viven en la misma ciudad en la que estudian o trabajan. Aunque la mitad de ellos reconoce vivir aún con sus padres (57%). Expresan también su voluntad de independizarse en un futuro.

¿La realidad? aún un 67% aún se considera económicamente dependiente.

Aunque existe el deseo, las condiciones económicas deben ser favorables para ellos. La mayoría expresan tener un sueldo pero no ser suficiente para pagar los gastos que esto conlleva. Otros desconocen las cifras aproximadas de estos gastos: “creo que gano como para irme pero, igual no soy consciente de todo el gasto mensual que ocasiono a mis padres”.

¿Cuáles son los principales handicaps para que los Z nos independicemos?

Según las respuestas al Community Asking, obtenemos estos factores y en este orden:

  • Condiciones laborales y sueldos
  • Precio de los alquileres
  • Miedo al cambio 
  • Dependencia emocional con los padres

Entre este ranking de opciones más votadas, nuestra comunidad apuntaba que es necesario tener en cuenta el incremento en el precio en muchos de los productos y servicios que consumimos a diario. Estamos atravesando una etapa difícil, en la que el coste de la vida ha aumentado considerablemente: alimentos, ropa, transporte…. Estos factores influyen, y mucho, en el proceso de independencia.

Otro punto clave que podemos obtener es nuestra preocupación por la no regulación de precios en los alquileres. 

¿Qué podemos concluir de esto?

Para nosotros la emancipación, dejar el hogar familiar y poder vivir de forma independiente, es un objetivo vital que perseguimos y que sigue coincidiendo con generaciones pasadas. 

Desde el punto de vista laboral, las empresas deben confiar en los jóvenes, en nuestros conocimientos y preparación con unas condiciones laborales y económicas que se ajusten a la realidad social. 

Además, como concluíamos en nuestro estudio “Spoilers para entender a la Gen Z en 2022” junto a Darwin&Verne cada vez más jóvenes estamos buscando maneras alternativas para generar ingresos y construir un futuro laboral (en muchos casos sin tener que ser bajo el esquema tradicional de jornada laboral). De hecho, el 75% de nuestra CREW (muestra 212) entró o conoce a alguien muy cercano en el mundo de las cryptos, NFTs u otros activos digitales en 2021.

Veremos cómo evoluciona el contexto socio-económico y qué “campo de juego” presenta para los jóvenes, aunque si algo está claro es que nuestra generación ocupará la mayor parte de la fuerza laboral de aquí a unos años. Líderes, emprendedores, políticas, trabajadores… empecemos a escuchar ahora para anticiparnos al cambio.